jueves, 12 de abril de 2012

Semana Santa

Cuando a la vuelta de las mini-vacaciones la gente me ha preguntado ¿qué tal? he contestado sinceramente que muy bien, hemos descansado, reído, jugado, llorado (ahora os cuento), pero en resumen lo hemos pasado muy bien, y yo he disfrutado en casa de la madre de mi marido, lloviendo, con viento y frío. ¿Será que la madre de mi marido está cambiando y se ha vuelto una señora amable, tolerante, calladita y respetuosa? NO, creo que más bien tiene que ver con que antes de ir a la casa de la madre de mi marido pasé unos días de descanso monacal, sin niños, marido, ruidos, etc. y entonces cogí las mini-vacaciones con más ganas, o que poco a poco y gracias a este desahogo que es el blog, llevo a la madre de mi marido mucho mejor que antes. 

Bueno, al lío. El domingo de Ramos, la pequeña estrenó una diadema (ese fue el gasto número uno) le puso un vestido que llevaba en la maleta y una rebeca de mi sobrina que tenía ella guardada por allí, y el mayor estrenó unos cordones de las zapatillas (y éste el gasto número dos), porque los cordones eran azules, en unas zapatillas blancas y la madre de mi marido pensó que poniéndole unos cordones blancos parecerían menos zapatillas y más zapatos (?!?!?) y junto con unos pantalones de pana y una camiseta de Maqueen, así fueron a misa de ramos, con sus ramitas y sus “estrenos” y se portaron requetebién.

No ha cambiado a ser amable, según entro por la puerta: Ay hija, qué pelo llevas, ¿porqué no te lo cortas, una melenita te quedaría bien o por lo menos recógetelo. ( Si alguien ha pasado la Semana Santa por tierras gallegas, sabrá que ha habido vientos con una media de 30km/h, por lo que estar peinada ha sido misión imposible, por más fuerte que te hicieras la coleta )

Y la anécdota, por llamarlo de alguna forma, ha sido que el mayor se ha hecho su primera brecha "chispas". Estaba jugando en la terraza con un amigo y mi marido estaba por allí, a veces jugaba otras solo les animaba, yo estaba con la pequeña en la cocina y les veía de vez en cuando, tropezó y se cayó con tan mala suerte que dio con la cabeza en el murete de la terraza. Por supuesto la madre de mi marido no estaba, que ese día daban un "bonus" a los asistentes a misa. Había que dar puntos y en treinta segundos decidimos que yo me llevo al mayor y mi marido se queda con la pequeña y el amigo del mayor. Se portó como un jabato, al centro de salud llegó ya sin llorar, y solo cuando vio el "anzuelo" volvieron las lágrimas, que sin anestesia ni nada le debió doler lo suyo, tres puntos de los de toda la vida, que lleva ahora los hilitos colgando.

Volvemos, premiamos con un paquete entero de Fantasmikos, ponemos hielo, y la madre de mi marido: 
-Qué mala suerte que no estuviera yo aquí para que pudiera haber ido el padre también. Un padre es muy necesario en estas circunstancias, ¿como no te quedaste tú en casa con los niños?
Primera que me lanza y aguanto sin hacer ni el más mínimo comentario, pero todas las que sois madres sabéis que no hubierais dejado de ir a dar la mano a vuestro niño, aunque os hubierais tenido que ir con otros cinco más a urgencias. 
Ya a la hora de ir a dormir, le digo a mi hijo: Venga peque, vamos a llamar a los abuelos y les cuentas tu historia de la "pupa". Y la madre de mi marido: 
-Mujer no se lo cuentes, ¿para qué les vas a preocupar? 
Y aquí no me callé y nos enzarzamos.
-¿De qué se van a preocupar? tiene una brecha, hay que vigilarlo pero no creo que vaya a tener ninguna complicación.
-Es mejor que no se lo digas que los abuelos sufrimos por todo. 
-¿Estás sufriendo ahora mismo por la brecha?
-No, yo no porque le veo.
-Pues eso, ellos no le van a ver, pero le van a oír, además mis padres son como yo, que prefiero saber las cosas, y seguro que no les gustaría verlo dentro de una semana y que no les hubiera dicho nada. 
-Te digo que es mejor que no se lo digas.
-¿Cómo? se lo diré si quiero y no entiendo porqué estamos teniendo esta conversación.

Me fui, hablamos con los abuelos, que por supuesto no se preocuparon, no habrán visto ellos brechas en su vida, y le dieron un montón de besos telefónicos a su nieto que además se dejaba querer. 

Luego, cuando los niños ya dormían, me entró la llorera a mí, porque mientras le cosían  yo le animaba y le contaba cosas alegres y le daba la mano y soplaba con él cuando lo decía la doctora, pero por dentro se me estaba partiendo el alma. Y también porque se hace mayor y por tener que aguantar a la madre de mi marido estas patochadas. 

Llegó mi marido y me contó que su madre estaba muy disgustada, encima, y que había estado hablando con ella y el verdadero motivo por el que no quería que se lo contara a mis padres es para que no pensaran que allí les cuidan mal, acabáramos!!!!!!!  Mi marido le explicó que mis padres no son así, menos mal, y que eso puede pasar en Madrid, Galicia o Pekín, siendo los cuidadores nosotros, los abuelos o un canguro.

Esto fue el jueves santo, y durante el resto de los días ha ido a todas las misas, vigilias, viacrucis y penitencias individuales y colectivas que ha podido, (para expiar su culpa, claro).

16 comentarios:

  1. Ay pobrecito tu nene, eso debió de dolerle!
    Ay! Que se tendrá que meter en lo que tu le cuentes a tus padres! normal que saltaras!

    ResponderEliminar
  2. Ay pobre...
    A nosotros E. se nos cayó cuando estabamos pasando el dia en Granada. & puntos le echaron.... y cualquiera me hubiera dejado a mi sin acompañarle al hospital!!

    Veo que esta semana Santa tanta liturgia y celebración eucarística te han salvado en gran medida las fiestas ;o)

    ESpero que no le molesten mucho los puntos al peque.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Pobre! menudo susto q tuvo q llevarse el peque, eso sí, yo soy como tú, vamos! como q te ibas a quedar en casa esperando!!

    Lo de la llamadita, ¿tú estás segura de q tu suegra no tiene un clon por tierras castellanas?

    De todas maneras, ya pasó, ahora libras hasta el verano, no? consuélate, la mía vive tan sólo a 5 Km.

    ResponderEliminar
  4. admiro tu paciencia para lidiar con semejante "mama politica" creo que yo no podría callarme ante alguna de las situaciones que describes, lo que seguramente me haria parecer aún más la mala porque estas personas tienen una capacidad innata para victimizarse e ir de "pobrecitas e incomprendidas"
    Por cierto, ¿tu marido no se enfada por el hecho de que se entrometa tanto en vuestra vida? El hecho de que sea su madre le hace aguantar todo lo que la buena señora quiera deciros?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se enfada, y hay veces que discuten y se dicen cosas feas, pero les dura poco, me da la sensación que toda su vida ha sido así, que tienen como una rutina de discusiones. Antes pasaba más, desde que tenemos a los niños la tiene un poco más a raya.
      Buen día.

      Eliminar
  5. Pero bueno vaya blog divertido que tienes!!! Lo estoy descubriendo y me encanta! Sobre todo tu forma de salir airosa de esas puñaladas suegriles... pobres tus niños y pobre tu!!! Vaya paciencia hija. Por aqui seguire. Besitos guapa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pd; Espero que al peque le vaya bien con los puntos, que bien resolvió él el problema, di que si. Muakk

      Eliminar
  6. Ay :( pobrecito, casi lloro contigo también! no sabía que nos les ponían anestesia en estos casos... por supuesto que una mamá quiere estar al lado de su hijo en un momento así, eso ni se discute!

    ResponderEliminar
  7. pobre chiquitín, porque sigue siendo un chiquitín...y no me extraña que quisieras estar tú con él.....y darle tu mano....
    lo de tu suegra, pues son cosas de personas mayores eso de que van a pensar que aquí se les cuida mal y esto lo otro....
    eso si, lo que me ha dejado fascinaita es lo de estrenar cordones....vaya tela....

    ResponderEliminar
  8. Vaya con la vieja meticona, es que yo no puedo con esos especímenes.
    Qué susto el de tu nene, pero como bien dices, eso en niños es muy frecuente. Mi sobrino en junio se comió una farola viviendo del colegio y se hizo una en la frente.

    ResponderEliminar
  9. Mira, no sé con qué entrada me he reído más. Pero qué gracia tienes para contar brevemente tantas cosas, y de esta forma. Tu suegra, desde luego, para echarle a comer a parte (q más quisieras, jeje).
    Me has enganchado pero bien bien. Que sepas q te sigo desde ya y q espero las historias con tu suegra, q si no la tienes a mano, haz uso de memoria.
    Por cierto, he llegado aquí por un comentario tuyo en mi blog http://missymistergolosina.blogspot.com.es/, aunque por lo visto hemos coincidido antes, jeje. Muchas gracias

    ResponderEliminar
  10. Madre míaaa!! Vaya tela con la suegra, jajajaj!!
    Pues yo me voy quedando por aquí también.
    Qué paciencia tienes hija!
    Un besito.

    ResponderEliminar
  11. Yo también te descubro hoy porque te he visto en el mío. Me quedo a cotillear, que parece que tu suegra tiene tela... Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Yo también te voy a seguir, me he reído mucho. De todas formas, ¿no te parece que cada vez hay más gente como tu suegra? Yo no me meto en la vida de nadie y en cambio tengo que aguantar, ya no suegros, si no conocidos, compañeros de trabajo, vecinos, etc., que se creen con el derecho de opinar sobre mi vida, mi aspecto, etc.

    ResponderEliminar
  13. Te sigo, me reí bastante con tu blog y me siento muy identificada porque sufro con mi suegra que es un amor pero cuando está lejos.

    ResponderEliminar
  14. Te descubro hoy, y siendo otra afectada por una suegra a la que yo sí odio (a la mía no podrías aguantarla) y pq me da envidia que tengas en tu cuñada a tu aliada (la mía ha creado un mini-matriarcado con su madre (mi suegra) y solo sus opiniones y sus manipulaciones cuentan......). Y aunque me crea mucha mala leche leerte (me acuerdo de mi suegra y mataría a alguien!!) me he reido, he sentido muuuucha empatía, y me quedo con alguna frase para soltarla en algún momento. Me quedo por aquí!!

    ResponderEliminar