Hoy es viernes, hace un tiempo maravilloso para estar en la calle, mañana vamos al zoo con unos amigos con niños con las mismas edades que los nuestros y lo vamos a pasar genial, así que estoy contenta y con ganas de contaros algunas de las batallitas que la madre de mi marido me proporcionó en la última visita.
Le hemos quitado el pañal a la pequeña, y ahí vamos, los pises controlados las cacas no del todo. Le había comprado 14 bragas de Minnie y Daisy, que a ella el que le gusta el Mickey, pero las bragas son de Minnie y Daisy y los calzoncillos de Mickey, alguien en el Ministerio de Igualdad debería hacer algo al respecto. Total que la niña encantada, pero la abuela no, y me dice, esas bragas que le has comprado le quedan pequeñas, se le meten por la raja del culo. Son de la talla 2-3 y no le quedan pequeñas, le quedan un poco grandes, bueno holgadas y por eso se le meten un poquito, pero vamos, yo diría que bien. Lo que le pasa a la madre de mi marido es que no le gustan, que ella quiere que lleve las blancas esas tan duras de cuando nosotras éramos pequeñas, de ganchillo o perlé o no sé que era, pero vamos que seguro que sabéis cual digo. Como no quiero discutir, le digo, bueno, pues cómprale las que te gustan a ti. Como ya sabéis que es agarradilla le compra dos, para el día de la comunión y además se las compra de la talla 3-4 que le quedan enormes.
El domingo viene a supervisar mientras visto a los niños para ir a la comunión.
-Nena, mete el pie, colabora hija que no paras quieta ni un segundo.
-Eta no, Minnie.
-No nena, hoy te pones estas tan bonitas que te ha comprado la abuela.
-Eta no, Minnie.
-Mira, si son muy bonitas, tienen agujeritos y la abuela te las ha comprado especiales para hoy.
-Abela no, Minnie. (Y la abela allí)
-Bueno, ponemos el vestido y dejamos las bragas para el final.
Finalmente consigo ponerle las bragas blanquas con agujeros, que se le caen, pero no digo nada.
Listos todos para salir, que ya vamos tarde, viene corriendo el mayor:
-La nena se ha caído en el pasillo que lleva las bragas por los tobillos.
Efectivamente, las bragas por los tobillos y la madre de mi marido, pues le coso ahora un poquito en los lados y ya le quedan bien. Mi marido asumiendo que llegamos definitivamente tarde y yo aprovecho y me fumo un cigarro en la terraza que me lo merezco. Al final conseguimos salir, no sin antes haber tenido que convencer otra vez a la nena:
-Agas abela no, Minnie.
Todas las noches después del baño, pongo a los niños pijama y calcetines, me da igual que sea verano que invierno, en invierno con pijama de invierno y calcetines y en verano con pijama de verano y calcetines. El sábado viene y me dice:
-Ponle una chaquetita a los niños, que así después del baño están fríos, yo a los míos siempre se la ponía.-¿Por qué tiene que añadir siempre ese YO A LOS MÍOS...?
Bueno, les pongo chaqueta aunque protestan que el mayor dice que ya es primavera y falta poco para que abran las piscinas.
Al irnos a dormir viene y me dice:
-Le he quitado los calcetines a los niños que he escuchado en un programa de radio que no es bueno que tengan los pies calientes mientras duermen.-
¡Pero qué emisora oye esta señora! No será mejor decirme: ¿no crees que tendrán calor con los calcetines? No, ella va, se los quita y luego se inventa lo de la radio para justificarse.
-Me vas a volver loca, primero ponle la chaqueta que tienen frío, luego quítale los calcetines que tienen calor, mira haz lo que quieras que además ya se comunican muy bien los dos para decir si tienen frío o calor. Buenas noches.
Y así hemos estado, se me olvidaba contar que en la comunión la pequeña se quitó las bragas unas cuantas veces y fue a dárselas a su abuela, para bochorno suyo, y es que hay veces que el "Ente Cósmico" actúa por si mismo sin que nosotros hagamos nada.